Consideramos que en esta vida se debe ser justo. Este país se ha caracterizado desde siempre por ser hospitalario y acogedor.

Es de importancia destacar la labor tan beneficiosa a favor del inmigrante, partiendo de un principio fundamental de la misma dimensión social europea, como es el “principio de no discriminación”. No se ha escatimado ningún esfuerzo ante el citado principio por parte de este país, dando estabilidad y seguridad al inmigrante y haciéndolo sentir como en su país de origen, llegando a tener los mismos derechos y protecciones que cualquier ciudadano residente en España.

Quizás sea debido a que en el siglo pasado emigraron más de tres millones de españoles yendo la tercera parte de ellos rumbo a América latina.
Los españoles fueron pobres, inmigrantes, clandestinos e ilegales, y tuvieron sus propias pateras. Quizás por ello, porque no lo ha olvidado, España tiene hoy sus puertas abiertas a las personas extranjeras, demostrando así su capacidad para aparcar diferencias y estar unidos en los asuntos fundamentales. Es una clara imagen positiva de este país que se asocia con valores esenciales para nuestra convivencia democrática.

Por todo esto, vale la pena destacar que nos hemos llenado de agradecimiento con este histórico y moderno país.